sábado, 10 de noviembre de 2007

OCHO AÑOS DE BUSCAR JUSTICIA

Ana Braghieri es la madre de Clemente Arona; a ocho años de asesinado él, su pedido de justicia acompaña a un grupo de personas que buscando un lugar para participar, lo consiguen.



Más de ocho años han pasado desde que un móvil policial atropelló y arrastró por más de 100 metros a Clemente Arona.
La lógica después de leer la frase anterior indica que el joven ha muerto, pero la realidad nos arrebata como de un sueño y desde un afiche sostenido por un grupo de personas comunes, como nosotros, la foto de Clemente nos observa y avisa que aún se encuentra entre nosotros.
Los habitantes de Venado Tuerto conocen a Ana Braghieri; a fuerza de caminatas, reclamos, miradas y solicitadas ha sido tapa de diarios locales, centro de programas televisivos y motivo de análisis de todo tipo de revistas. Es infructuoso explicarle a un Venadense quien es esta mujer por que ya la conoce; me corrijo, ya conoce el pedido de justicia por la muerte de su hijo.
Detrás de la puerta central de un portón de metal nos recibe un afiche con la foto en blanco y negro de su hijo, es la foto del documento, de medio perfil izquierdo; más a la izquierda un retrato del Che pintado sobre cañas, en la pieza que en otros tiempos fuera una panadería la imagen aparece casi gigante.
En las paredes hay otras imágenes, Fidel, el Partido Comunista, “Maldita Policía”, gente abrazada en fotos, Juan Carlos Fuentealba, Pocho Vive, y más; es un empapelado particular que se pliega en las conversaciones y participa de incógnito.
Ya sentados en ronda, con mates y tostadas, comienzan las preguntas

- ¿Como llega la organización a través del pedido de justicia?

Empezamos con reclamos populares, paralelos a los reclamos judiciales, por supuesto que a los reclamos judiciales no los dejé de lado. El reclamo popular surge con la intención de que de alguna forma se pueda crear una conciencia verdadera, por que yo creo que el individualismo nos ha copado de tal forma que cada cual crea su quintita, espera los frutos de la quintita y sin mirar que el vecino está con hambre. Entonces la lucha está dirigida a eso, a que la gente vea, aprenda, se “deschule”, como se diría en otros tiempos, por que yo creo que la justicia social es muy importante.
Hablar con Ana transmite una sensación particular, mi pregunta se dirige hacia la historia y la respuesta se va trasladando hacia el pedido de justicia en un movimiento inobjetable (muchos son los vecinos de Venado Tuerto que se acercan pidiendo concejo y apoyo, ya sea en causas judiciales como en otro tipo de conflictos -hay quien se comunican con ella para que “intervenga” en conflictos entre vecinos-).
Los jueces son nombrados por políticos, entonces después, cuando ese juez toma una decisión, esta decisión está profundamente ligada al poder político de turno; entonces, así el juez esté viendo que su prioridad desaparece, debe su obediencia a quien le da el puesto, ahí hay una decisión política que debe ser cumplida y es como se dan los resultados de los juicios y las sentencias actuales.
De esto solo se entera al que le toca vivir la historia, a mí me tocó y también a muchísima gente; las madres llorosas con pancartas por pedidos de justicia somos legiones, en nuestra provincia y en el país.
Lo que pasa entre cuatro paredes en un juzgado también lo tiene que ver resto de los ciudadanos.
No nos gusta esta policía, no sé a quien puede no interesarle que la policía que tenemos, que debería estar cuidándonos haga lo que hace hoy.

¿En que momento la gente se acerca a usted y toma la imagen de Clemente como una imagen en común?

Yo creo que el acercamiento fue casi inmediato, o sea, cuando tomo la decisión de un reclamo público se acercaron los verdaderos militantes, los que no necesitan que les pase algo tremendo para darse cuenta de las injusticias, y que la equidad es solamente un efímero sueño, o sea la equidad no existe en este sistema. Ellos se acercaron para acompañarme en mi reclamo.
Si vos notas que yo me voy por las ramas es porque mi reclamo no se limita a justicia por mi hijo, mi hijo es un ciudadano más como tantos otros que han sido injustamente masacrados, torturados, muertos, mi hijo forma parte de una gran masa. Mi bandera tiene el nombre de mi hijo, mi reclamo es total. La justicia no sería un caso resuelto, aún siendo el de mi hijo no podría pensar que es justicia. ¿Como se hace justicia si hay otros casos que no están resueltos?

Biblioteca y Revista

Hace apenas unos meces la biblioteca "Clemente Arona" abrió sus puertas en Venado Tuerto; funciona en el edificio del CEJ (centro de expresión joven), el mismo lugar donde se dan clases de murga para los barrios y donde se terminó de gestar una revista, cuyo primer número ya está circulando.

¿Como surge la idea de una biblioteca?

Por la biblioteca nosotros nos comunicamos con gente que tiene las mismas inquietudes, las mismas injusticias, y así nos ponemos en contacto con la familia de Pocho Leprati, el fue asesinado en la masacre del 19 y 20 de diciembre del 2001. Yo ya formaba parte de la comisión padres del dolor, que se nucleaba en Rosario y es ahí donde tomo contacto con sus familiares, de ahí que estamos hermanados desde siempre. Ellos tienen una biblioteca que nosotros conocimos no hace tanto, y de ahí nace el deseo de también desarrollar esa actividad en nuestra ciudad. Así como alguien crea un comedor popular, nosotros pensamos que la necesidad de instrucción, de educación, de interesarse en la lectura, son formas de que los chicos tomen conciencia. Eso se necesita muchísimo, más en el barrio donde está el edificio, un barrio donde algunos chicos ni siquiera van a la escuela
También en estos días, jóvenes de la Fundación Familiares y Amigos de Clemente Arona intervienen en un concurso a nivel nacional y ganan uno de los premios que consiste en la publicación de una revista.

¿Cree usted que se ha formado un nuevo espacio de participación política?

Yo me intereso en la política partidaria cuando me doy cuenta que es el sistema de la política lo que nos lleva a este flagelo, entonces sí, pretendemos que se cambie este sistema.
De alguna forma empezar a tomar conciencia de eso, de que es este sistema el que nos mata, el que nos roba, el que nos deja los chicos sin escuelas. Es en este sistema donde en un país muy rico hay gente sin trabajo, hay chicos que se mueren de hambre y eso no es una metáfora, es una realidad. Ahí es cuando pensamos en la política partidaria.

La casa

Su casa se fue transformando con el tiempo; primero una de tantas sin nada en particular (en tiempos donde Clemente disfrutaba de su motocicleta), después, lugar de encuentro de quienes apoyaron su reclamo y centro de reuniones; hoy es la cede de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, filial Venado Tuerto.

Esta parte de mi casa está dedicada exclusivamente a la participación, aquí funciona la filial de Venado Tuerto de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, que depende de la filial de rosario, digo depende ya que nosotros no tenemos abogados locales que puedan defender las causas que llegan, te diría, casi a diario. La mayor parte de la gente que se acerca es la que sufre algún abuso policial. Estamos absolutamente convencidos de que la policía no funciona, de que es una mentira.

Tomo unas fotografías mientras la ronda de mates sigue. El tiempo se acaba y llega el momento de los saludos, me invitan a que me acerque un día de estos a tomar unos mates, no faltará oportunidad.
Antes de apagar el grabador surgen nuevamente las palabras y ella no se priva de transmitirlas. Me voy sabiendo que hablar de justicia con una madre que ha vivido lo que ella es siempre escuchar e intentar reflexionar.

Yo soy una afectada directamente, y en base a eso es mi aprendizaje y mi reclamo, o sea a mi no me lo contaron, yo no lo vi de lejos, yo no lo vi de la vereda de enfrente, yo soy una afectada directa d este sistema macabro y perverso. En realidad estamos todos afectados, no importa que Clemente sea mi hijo, eso me importa solamente a mí, él es un hijo de Venado Tuerto, Todos somos Clemente, la injusticia no está cometida contra una sola persona, está cometida hacia todas las personas. No hace falta que maten 30 mil otra vez.
Si nosotras las madres del gatillo fácil nos uniéramos y lográramos que este delito se declare de lesa humanidad este delito no prescribiría. En la actualidad lo declaran accidente o enfrentamiento, todo depende del sistema que utilicen para matar a alguien.

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